Una vez le dije... "Pues vámonos al fin del mundo. Y si no te apetece ir tan lejos podríamos quedarnos en algún café de París, ¿te parece bien? Seguro que sí. París es una ciudad bonita. Bonita como tú. Y yo quiero pasear por Les Champs-Elysées bajo la lluvia con un paraguas rojo e ir al Louvre y perderme entre miles de obras de arte mágicas. Quiero pasear al lado del sena de noche y beber hasta perder la cabeza (y el control). Y hablar, hablar mucho. Y reír aun más. Y si hace falta... llorar. Y quiero contar historias fantásticas bajo la luna y subir a lo más alto de la Torre Eiffel y sentirme, por unos segundos, completamente libre. Y si te parece bien, hacer todo esto contigo. Así que ya sabes... Escoge un día y vámonos, por favor. Vámonos al fin del mundo o en algún café de París, qué más da." Y ese día es mañana. Au revoir, que se dice.

1 comentario:

  1. Paris té massa històries per explicar. M'agrada la idea d'anar a la fi del món de maneres diferents. M'agrada la foto i l'au revoir més si pot.

    Pero no crec que sigui necessari pujar a la Torre Eiffel per sentir-se realment lliure, n'hi ha prou amb riure's de la vida..

    muacbonica

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