verano
convertido en invierno

que
aleja a todo ser querido
para siempre

que
no deja de llover
ni de llorar

que
hiela mi corazón
sin razón

que
escupe silencios
dañinos, tristes y amargos
envueltos por el dolor
de su presencia



desaparecer
ahogada
en un mar de dudas

1 comentario:

  1. Pero no hay veranos eternos. Ni para bien ni para mal.
    Sin embargo, algunas cosas preciosas que pueden traer las estaciones pueden convertirse en eternas.

    Me gusta tu blog. Su minimalismo elegante que refuerza las palabras con sus grandes espacios blancos como llanuras nevadas.

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